El terreno se encuentra inmerso en una zona dentro de la ciudad donde el espacio parece haber logrado pausar al tiempo, donde se evoca tranquilidad y amabilidad de sus construcciones.     
             
El ejercicio consistió en levantar un volumen que emigrara y potencializara en su diseño tanto los requerimientos y sus diferentes tipos de usuarios, así como las bondades del sitio.      
       
El edificio está propuesto como un gran bloque que levita. En el vacío de su base se ubican, al norte las oficinas y el ingreso al área habitacional al poniente.
              
En el volumen se leen los diferentes tipos de departamento por nivel debido a las características propias de cada uno y expresando de manera independiente su relación al poniente, lo que permite desfragmentar la caja en diferentes texturas.
              
El edificio cuenta con oficinas en planta baja, estacionamiento habitacional al sótano, 2 departamentos y un espacio tipo loft por nivel, 2 penthouses y rematando en el último nivel con las áreas comunes de terraza y alberca.